El tiempo se va alejando del pasado como un tren que deja la estación atrás y sigue una vía de un único sentido, para poco después llegar a otra estación, y volver a alejarse de ésta. Las vías no son circulares, pero sí lo es nuestro viaje. Como el Sol, que aparece para irse; como los meses, que pasan para volver, vivimos nosotros en un eterno círculo que nos lleva siempre a lo mismo. Mañana, será otra vez ayer. Mañana, será otra vez Semana Santa. Pero nosotros ya no seremos iguales.

CUARESMA

  El domingo 10 de febrero, domingo anterior al Miércoles de Ceniza, se presentó en público el séptimo número de la revista Cruz de Guía. Esta publicación anual, editada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Monóvar, dedicaba su portada a la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, apareciendo en ella una fotografía de Juan Martínez que muestra diferentes elementos representativos del cofrade de la Dolorosa en una antigua cambra. Del diseño y maquetación de la revista se encargó de nuevo Carlos E. Navarro, y de la coordinación y revisión del contenido Marcial Poveda, cronista oficial de la ciudad de Monóvar. El consejo de redacción estuvo formado por Juan Albert, José Antonio Bellot, Lucía María Cano, Mari Carmen Calpena, Liberto Esteve, Francisco Jaén, José Martínez, Carlos E. Navarro y Marcial Poveda.

  Este acto comenzó a las 13h00 en el auditorio de la Casa de Cultura, presentando la revista el que fue pregonero de la Semana Santa de 2012, el maestro y escritor monovero José Corbí, que hizo un sucinto repaso por los contenidos más atractivos de la publicación, teniendo un recuerdo especial para algunos de sus familiares y amigos cofrades y haciendo hincapié en interesantes datos históricos.

  El Miércoles de Ceniza, 13 de febrero, se dio por iniciada la Cuaresma con la imposición de la ceniza. Así, desde ese mismo sábado y en los siguientes, se fueron celebrando las eucaristías ofrecidas por las diferentes cofradías. Comenzó el 16 de febrero la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y el miércoles siguiente, día 20, la Hermandad del Santísimo Cristo Crucificado y
María Santísima de la Esperanza comenzó el triduo en honor de su titular, El Cristo. El sábado 23 esta hermandad celebró Santa y Solemne Función Principal de Instituto, haciendo en ella pública protestación de fe y dando la bienvenida a sus nuevos hermanos. En los sábados sucesivos, 2, 9 y 16 de marzo, celebraron sus eucaristías las cofradías de Nuestra Señora de la Soledad, Santo Sepulcro y Jesús Cautivo, y Nuestra Señora de los Dolores, respectivamente.
En fecha inusitadamente temprana para no coincidir con el puente de San José, el sábado 9 de marzo se celebró en el Teatro Principal el Pregón de la Semana Santa 2013, alrededor de las 20h30. El pregonero, José Navarro, elegido por ser durante años el párroco de esta ciudad, estuvo precedido por la habitual y aplaudida actuación de una banda de cornetas y tambores formada por miembros de todas las cofradías, constituidos por vez primera en la banda de la Junta Mayor de Cofradías.

  El pregón de Navarro comenzó recordando y agradeciendo los buenos momentos que Monóvar le ha otorgado, para luego tratar de mostrar a los allí presentes el sentido y el fondo de la Cuaresma y la Semana Santa, en el contexto del Año de la Fe. Tras ello, hizo un llamamiento a la responsabilidad, a la seriedad y al saber estar de las cofradías en la calle, y se dispuso a hacer un repaso por los días se la Semana Santa, hilando los hechos evangélicos con nuestras procesiones y con la realidad humana de la actualidad.

  Finalizada su declamación, José Navarro recibió un afectuoso aplauso por parte del público y recibió de manos de José Ríos, presidente de la Junta Mayor de Cofradías, un recuerdo conmemorativo. Tras ello, la banda de cornetas y tambores volvió a interpretar algunas piezas más.

  La semana siguiente, en concreto el viernes 15 de su tradicional Vía Crucis por la Paz. El titular de la Hermandad recorrió las calles Iglesia, Fonament, Poveda, Segura, Mayor, Plaza del Santísimo Cristo Crucificado, San Juan, Plaza de la Sala y Mayor, acompañado por una gran cantidad de personas, y siendo portado en sus sencillas andas metálicas por aquellos que lo desearon, en especial mujeres y niños. Al entrar en la parroquia, El Cristo fue expuesto en besapies, por el que pasaron todos los presentes.

DOMINGO DE RAMOS

  El Domingo de Ramos es, en la memoria y la imaginación de todos los cofrades, de color azul. El azul de un cielo que el domingo 24 de marzo, Domingo de Ramos, no lucía celeste, sino blanco y gris; lo nublado del día y la insistente y fría brisa que lo caracterizó hicieron que menos familias y niños que de costumbre salieran al encuentro de Jesús a lomos del borrico. No obstante, muchos se encontraban ya a las 11h30 en la iglesia del Exconvento, donde tuvo lugar la bendición de palmas, y otros tantos se fueron sumando a lo largo del recorrido, que discurrió por las calles San Juan, Comunidad Valenciana, Maestro Don Joaquín, Luis Martí, Ricardo Leal, Saturnino Cerdá, Juan Carlos I e Iglesia. Abría la comitiva, como es ya habitual, una nutrida banda de tambores infantil, formada por niños y niñas de todas las cofradías.

  Dos noticias destacaron de esta procesión inaugural de la Semana Santa: la reciente restauración de Jesús Triunfante, que lucía más imponente que nunca; y la caída del badajo de una de las campanas de la parroquia, que gracias a Dios no causó heridos.

  Por la tarde, las cofradías trasladaron a la iglesia de San Juan Bautista sus pasos y enseres, momento que cada vez concentra a más vecinos que se acercan, curiosos, para ver cómo toman forma ante sus inminentes salidas procesionales.

LUNES SANTO

  El Lunes Santo es el día en que Jesús Cautivo sale a las calles de Monóvar, de la mano de la Cofradía del Santo Sepulcro y Jesús Cautivo. La procesión comenzó minutos después de las 21h30, y tras la salida a la que esta cofradía nos tiene acostumbrados, en la que los costaleros “bailan” la imagen de Jesús prendido, los cofrades tomaron un curioso recorrido, que les llevó por las calles iglesia, Trinidad, Pancho Cossío, Pintor Rafael Zabaleta, Dr. Mas, Benjamín Palencia, Dr. Maestre, Pintor Rafael Zabaleta, Coves Rojes, Tullerías de San Roque, San Roque y Mayor.

  Así, el Cautivo pisó el barrio de la Goletja y se adentró en él, dando lugar a pintorescas imágenes en un lugar que fue el preferido de grandes pintores del siglo XX, cuyas calles les recuerdan. Con ello, se concentró una gran cantidad de público en las calles centrales del itinerario, pues todos imaginaban que les Coves Rojes y las Tullerías de San Roque serían el momento más hermoso de la procesión, como así ocurrió.

  Sin prisa pero sin pausa, la comitiva fue regresando a la parroquia desde la plaza de San Roque, para que Jesús Cautivo volviera a protagonizar una entrada coreografiada al ritmo musical que marcaba la banda de cornetas y tambores de la cofradía. Para el recuerdo quedan los momentos de sobriedad y elegancia del Señor Cautivo por el entorno único de la Goletja.

MARTES SANTO

  A las 22h00 del Martes Santo comenzó la procesión de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, encabezada por una matraca que anunciaba su discurrir y por el estandarte de la cofradía. Poco después, los costaleros del Nazareno hicieron un gran esfuerzo para poder sortear las dificultades que para ellos presentan la cancela y la puerta de la iglesia, al compás de “Estrella, Reina del cielo”, interpretada por su banda de cornetas y tambores, y que fue enlazando una pieza tras otra.

  Desde la parroquia, la cofradía se dirigió hacia la Plaza de la Sala, para tomar las calles Fonament, Poveda, San Francisco y Exconvento, y regresar por San Juan hasta la plaza de la Sala y la iglesia. Numeroso público esperaba en las inmediaciones de las calles Mollana, Fonament y Poveda, los puntos más arriesgados del recorrido, para ver cómo los costaleros del Nazareno superaban estas difíciles pendientes. No fue fácil, pero el paso superó las dificultades y el público respondió con aplausos ante el esfuerzo exitoso de los que portaban y acompañaban con su música al Señor por las calles de Monóvar. Igualmente ocurrió en la entrada al templo, donde el público aplaudió ante las complejas maniobras necesarias para ello, concluyendo así una bonita procesión que deja el regusto dulce del esfuerzo de toda una cofradía y el intenso color morado que inunda el paso del Nazareno y toda la noche del Martes Santo.

MIÉRCOLES SANTO

  El día lo encararon las cofradías de Nuestra Señora de los Dolores y Nuestra Señora de la Soledad con la frustración del 2012 presente, puesto que no pudieron realizar su procesión debido a la lluvia. No obstante, este año no hubo problemas meteorológicos, y ambas pudieron salir con normalidad a la calle.

  Salió en primer lugar la Dolorosa, pasadas las 22h00, luciendo su espléndida talla y paso, para a continuación salir la Soledad. Ambas tomaron la calle Mayor hasta Doctor Mas, entrando en las calles del barrio de La Goletja, siguiendo así por Vázquez Díaz, Pancho Cossío y Benjamín Palencia. Desde este punto, la cofradía de los Dolores tomó las calles Doctor Maestre, Lope de Vega, Paulino Verdú, Petrer y Astrónomo Pérez Verdú, donde la cofradía de la Soledad llegó por las calles Doctor Mas, Mayor, San José, Carlos Tortosa y Antonio Rico Jara.

  Cuando la Soledad y la Dolorosa hubieron llegado a la calle Astrónomo Pérez Verdú, se prepararon para realizar el encuentro que vienen realizando desde hace unos años, y que este año iba a repetir el que no pudieron realizar en la Semana Santa de 2012. Así, los pasos de ambas cofradías se mecieron perfectamente coreografiados a los sones de la marcha “Presentado a Sevilla”, interpretada por sus dos bandas de manera conjunta. Finalmente, el paso de la Soledad se inclinó frente al de la Dolorosa, y ambos reviraron al mismo tiempo hacia la calle Enric Valor.

Tras el aplaudido encuentro, las dos comitivas volvieron a la parroquia por las calles Enric Valor, Carlos Tortosa, Maestro Don Joaquín e Iglesia. Allí, pasadas las dos de la madrugada, finalizó la procesión de Miércoles Santo con la entrada de la Soledad.

JUEVES SANTO

  La Procesión del Silencio, de la hermandad del Santísimo Cristo Crucificado y María Santísima de la Esperanza, que se fue anunciando antes de su salida con tres toques de matraca, comenzó a las 23h00 en punto. Cuarenta y cinco minutos precisó la cofradía para echarse a la calle, incluidas la sobria salida de El Cristo y la dificultosa de la Esperanza. Al parar frente al Jardinet, ambos recibieron el canto de una saeta.

  Pronto un viento suave pero persistente hizo acto de presencia, apagando los cirios de los más de cien cofrades de luz y de los dos pasos, motivo por el cual hubo de encenderse un pequeño foco en el paso de la Esperanza. No obstante, este fue el único inconveniente de la noche, puesto que la cofradía discurrió sin pausas, a buen ritmo y sin imprevistos por las calles Mayor, Mollana, Fonament, Bartolico, Plaza de la Malva, Salamanca, San Francisco y Mayor. Así, los momentos
más destacados se vivieron en las elegantes subidas y revirás de Mollana, Fonament y Bartolico,
y en el discurrir en absoluto recogimiento por la calle Salamanca. El Cristo estuvo acompañado en todo momento por su banda de tambores, y la Virgen de la Esperanza por la Agrupación Musical “La Artística” de esta ciudad, que fue interpretando marchas como “Virgen del Valle”.
La Procesión del Silencio se acercó a su final con un encuentro frente a la iglesia entre El Cristo y la Esperanza, que no recurrió a pasos extraños o coreografías exageradas, y que se realizó al ritmo de “Virgen de Montserrat”. Tras ello, entraron los pasos en la parroquia, recogiéndose la Esperanza a las dos y cuarto de la madrugada.

VIERNES SANTO

  A las 9 de la mañana comenzó el turno de vela de las cofradías ante el monumento de la parroquia. En razón de una hora cada una, participaron El Burret, el Nazareno, el Cristo, la Dolorosa, el Sepulcro, la Soledad y la Mayordomía de la Virgen del Remedio. A las 17 horas, comenzó la celebración de la Pasión y Muertedel Señor.
Viernes Santo por la tarde. Cristo ya ha muerto cuando, a las 19h30, comienza la Procesión del Santo Entierro, con la salida de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Tras ella, la Hermandad del Santísimo Cristo Crucificado y María Santísima de la Esperanza, con sus dos titulares acompañados por su banda de tambores. Y siguiendo a Nuestra Señora de los Dolores,
sale la cofradía del Santo Sepulcro y Jesús Cautivo, portando a Cristo Yacente por las calles de Monóvar, con un paso sobrio y elegante, casi doliente. Cierra la comitiva Nuestra Señora de la Soledad, a cuya salida, en pocos minutos, sucede la entrada en la parroquia del Nazareno y del resto de cofradías.

  Concluida la procesión, y justo al terminar la entrada de la Soledad, los cofrades del Sepulcro trasladan a su titular hasta el nicho que ocupa a lo largo del año, celebrándose entonces el Santo Entierro. Músicos de diferentes cofradías tocaban una pieza fúnebre mientras se producía dicho traslado, tras lo cual, el párroco Antonio Alcolea resaltó la muerte de Jesucristo como un paso intermedio para volver a la vida y librarnos de la muerte.

SÁBADO SANTO

  Dado que las procesiones finalizan el Viernes Santo, en el Sábado Santo las cofradías suelen celebrar sus comidas de hermandad. En este año, una actividad vino a preceder a estas comidas, puesto que a las 11,30 horas comenzó una Tamborrada frente a la parroquia. En nuestra ciudad, las tamborradas nunca han supuesto una actividad que haya cosechado continuidad en el tiempo, de modo que las veces que se ha celebrado, ha sido de manera puntual.
Esta nueva edición de 2013, promovida por las bandas de las diferentes cofradías y apoyada por la Junta Mayor de Cofradías, recorrió las calles Maestro D. Joaquín, Carlos Tortosa, Enric Valor, Amancio Martínez, Dr. Antonio Rico, Carlos Tortosa, Saturnino Cerdá, Ricardo Leal, Luis Martí, Quiles Mollá y Plaza de la Sala hasta la parroquia.

  Por otro lado, a las 20,30 horas en el asilo de ancianos, y a las 22 horas en la parroquia, se celebró la Solemne Vigilia Pascual, celebración litúrgica más importante para los católicos, puesto que en ella se celebra el triunfo sobre la muerte del Señor y su vuelta a la vida.

DOMINGO DE PASCUA

  En la mañana del Domingo de Resurrección, de amanecida y al terminar la eucaristía de las 7,30 horas, la Virgen del Remedio, cubierta por un velo negro, parte hacia la casa de la familia Durá Marín, donde permanece hasta que a las diez de la mañana sale el Santísimo Sacramento desde la parroquia hasta la Plaza Plaza de la Malva.

  Al igual que el Domingo de Ramos, el Domingo de Pascua es un día soleado y despejado en nuestra imaginación. Pero no fue así en este año 2013. Un cielo gris y plomizo deslució el día más importante de la Semana Santa, y así el público en el Santo Encuentro fue escaso, y éste se celebró con premura y con la Virgen del Remedio cubierta por un chubasquero. En el momento en que la Patrona, gracias a sus costaleros y acompañada por todo el pueblo, hacía las reverencias al Santísimo, comenzaron a caer algunas gotas y a abrirse los paraguas. La traca, la suelta de palomos y la Marcha Real cerraron este Santo Encuentro marcado por las nubes grises. Partió entonces, y con rapidez, la procesión de regreso a la iglesia de San Juan Bautista, acortándose el recorrido, que desde la calle Argentina discurrió por la calle Mayor hasta la parroquia,
cruzando la Plaza de la Sala.

  Al igual que comenzó, con un tiempo nublado y grisáceo, termina la Semana Santa de 2013. Y de nuevo nos encontramos ante ese ciclo, ese círculo que nos devuelve al principio de todo. Y el tiempo, que pasa sin detenerse, nos llevará de nuevo a otro Domingo de Ramos.

  Y aunque nosotros ya no seamos iguales, mañana, será otra vez Semana Santa.